viernes, 10 de mayo de 2013

¿escucho y creo?

Ya tengo claro que las palabras significan lo que se hace cuando se usan. No las puedo definir. Las puedo representar.
¿Y las personas? ¿son lo que dicen que son de si mismos?¿son le que  dicen que son los demás?¿son lo que imagino que son?
Es el problema de la confianza. Cuando se confía en alguien, uno se fía de sus opiniones y ese te puede definir a otro alguien. Ya se jorobó.
Las opiniones sólo me las puedo formar viendo, oliendo, escuchando, palpando... . Viendo en vivo. Oliendo su piel. Escuchando sus sones (que no sus definiciones). Palpando, no sobando.
Debo comenzar a formarme opiniones de todo el que me interesa.
Sólo intentar adivinar, anticipar, de aquellas personas de las que soy responsable (caben en una mano).
Hasta de mi tengo opiniones basadas en lo que me han opinado.
De cada ser "más querido", otro "más querido" me ha informado, me ha influido en quién es para mi.
Todos tenemos un punto de bastardía, de celos, de envidia, de soberbia... Todos.
Nadie es limpio cuando opina sobre alguien.
Borro y empiezo.
Todos los seres del mundo son blancos ahora mismo.
Comienzo a colorear esta misma tarde. Sólo observaré hechos.

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