Horas de lectura, de reflexión y algún rato de escritura. Símbolos y verdades simbólicas.
Teorema: demostración. Corolario.
Y yo, escondido tras esos garabatos empíricos. Ardiendo en mala saña, muriendo vivito y coleando, tumbado y triste.
"Hay que salir al exterior. La nariz esférica y colorada. Ya está. Hala, a la calle. A socializarte"
Y a perder el tiempo. A juzgar como todos. A opinar lo que todos. A beber lo que todos. Y a pasear, ¿divertirme?, reír, sufrir, condenar, alabar, aplaudir y abuchear... como todos.
Hay que encerrarse, leer y pensar mucho más. Y escribir una síntesis ordenada de lo ocurrido en ese tiempo. Prescindir del "todos" y "ser" en primera persona.
El tiempo ganado en esas ausencias te permite observar sin ser "todos".
No debes agradar al entorno, no debes alagar sin mesura, no debes criticar como un ceporro al hilo de la marcha vital que marca la rutina de lo global.
Introspección informada y firmeza en el resultado.
Defendamos nuestro "yo" informado y asumido sin tapujos ni respetos.
Y si sale marchar en otra dirección que la del desfile universal, pues por ahí se debe ir.
He condenado por incultura, por desconocimiento, por unirme al deseo punitivo universal.
He condenado a inocentes de la culpa acusada.
Yo que me he beneficiado del calor de quienes hicieron de mi miseria mi virtud.
Yo que vivo porque otro de desolló en la plaza del pueblo, entre carcajadas de la marcha total, para entregarme la receta simple del despertar.
Nunca he estado atento a la generosidad que me llovió sin cargo alguno.
Ahora voy a contar como mi asesino muerto se sabe vestir de mil millones de maneras y picar en la carne de cualquiera.
Seamos tolerantes. Busquemos la causa de los comportamientos deleznables. Nadie estamos a salvo.
La dicha está en el placer de saborear la nada. Y que te sepa.
... hoy quedan pocos valientes. Es de valentía de lo que hablas. Y es escasa. En la nada, está uno verdaderamente muy solo.
ResponderEliminarSaludos.